mami

He intentado reprimir mis ganas de escribir este post, de verdad que sí.

Ya que estoy aquí escribiendo estas letras que intenté no dejar salir de mi corazón, vaya por delante que en esta entrada sólo encontraréis palabras cursis y frases que sonarán a tópico y hasta a post vintage de fotolog. Pero en fin, de perdidos, al río.

Y, mamá, no me odies por no dejarte leer esto.

El caso es que algo dentro de mí necesitaba decirte por enésima vez cuánto te quiero.

Y lo sabes, porque te lo repito hasta la saciedad. Pero te necesito aquí. Aquí y allá, tantas veces que me has dejado volar sola por los rincones del mundo.

Y te quedabas en casa, echándome de menos a morir, pero feliz porque yo lo estaba.

Y, supongo, también te rompías por dentro cuando a mi me oías llorar al otro lado del teléfono, pero sacabas esa calma de no sé donde y en vez de suplicarme que volviera eras capaz de tranquilizarme y darme siempre los mejores consejos. Esos que a nadie más se le ocurrirían.

Métete en la ducha y llora.

Ya es raro, pero cuando más te eché de menos no fue cuando más lejos estuve. Es en el día a día a a penas media hora en tren cuando más me doy cuenta de cuánto significas para mí.

Y me arrepiento de golpe de todas aquellas discusiones, de lo injusta que soy contigo a veces.

Y a pesar de todo siempre estaba tu beso de buenas noches, tu “¿y si hoy yo no voy al trabajo y tú no vas al cole?” por las mañanas, que no por no cumplirlo era menos especial. Tus mil mentiras piadosas para hacerme levantar de la cama, tus magdalenas mientras yo me estresaba estudiando la noche anterior al examen y tú te quedabas en el sofá hasta que terminaba.

Ah! y tras años buscando una musa en las páginas de Vogue me di cuenta de que la tenía en casa. Poiret a penas te suena, pero sabes reconocer una prenda bien hecha. Y llevabas visón con vaqueros cuando sólo las francesas se atrevían. Y aquel Tod's. Aquel Prada. Y yo me preguntaba, por qué no un kelly en lugar de todo esto? Y a ti kelly te sonaba a Grace. Y me decías que no. Que te gustaban más estos. Ojalá tu sentido de la moda sea hereditario.

Porque eres la que mejor me cuida cuando estoy enferma, y la que mejor abraza y mejor arropa.

Y me viste caer más veces que nadie. Y seguiste ahí cuando yo sufría por mi mejor amiga, por mi novio, por mí misma. Y fuiste tú quien siempre me ayudó a levantarme.

Ojalá algún día pueda corresponderte por todo esto y millones de cosas más que me falta espacio y memoria para reproducir ahora.

Ojalá sepas que lo que tú dices es al final lo único que me importa, y que serás siempre lo más importante de mi vida.

Felicidades, mamá, y gracias, porque todo lo que soy es gracias a ti.