se alargan los pantalones, los armarios se llenan de rojo y camel.
adieu excesos, aurevoir coronitas frescas bajo el sol.
se van las arenas de los zapatos, la salitre del pelo.
las gafas de sol para ocultar las señales de horarios de sueño imposibles.
toca hacer cuentas y ahorrar para escaparme a madrid algún fin de semana para ver a mis amigas -y las fotos de Testino-, y para unos Louboutin que parecen cada vez más próximos.
es el momento de cambiar de fondo de pantalla -como Julia- y también de soundtrack del blog.
de comer palomitas con las mejores películas del año -las de verano casi nunca valen la pena- y emocionarme con Chuck y Blair como sólo lo había hecho en la primera temporada.
vuelve el calor de la lana, la dulzura de los mimos en el sofá en las tardes frías y oscuras, el fuego de la chimenea encendido, el puesto de castañas callejero.
se fue el verano, y se llevó mi vida en coruña y mis amigas con él.
pero la universidad me ha recibido con los brazos abiertos -todavía soleados- y con cientos de amigos nuevos.
Llega el otoño
...y empieza la cuenta atrás para el próximo verano.