martes, 19 de enero de 2010

Ahora sé que nunca logré olvidarte.

Acabo de salir de clase y, casi instintivamente, cojo el iPhone para comprobar si alguien me ha llamado. Es absurdo, porque nadie sabe que he salido una hora antes, pero antes de pensarlo ya tengo el móvil en mis manos.
Me sorprendo al ver una llamada perdida. Las dos primeras cifras me inquietan, y cuando leo el resto del número hago un vano esfuerzo para respirar con normalidad.
Tranquila, me repito, sólo es
una llamada.
Una llamada puede ser un accidente, un móvil viejo que se ha vuelto loco, un móvil nuevo que aún no controlas o que simplemente te olvidaste de bloquear han podido ser la causa.
A veces te traiciona el subconsciente, y llamas, por error, a quien no querías.



Pero es tu primer error en casi cinco largos años.
Todavía me late el corazón más rápido de lo normal cuando pienso en ti, y me cambia la expresión cuando alguien menciona Italia.
Fuiste mi primer Romeo, te amé muchísimo y tuve que olvidarte rápido.


Casi no recordaba lo difícil que fue borrar tu número, tirar tus fotos, quemar tus cartas.
Casi había olvidado lo duro que fue pedirle a tus amigos que no me hablasen de ti, y asumir que Roma está demasiado lejos para dos niños cuyo amor nadie se cree.

Tiempo más tarde creí que ya lo había superado, y pensé en llamarte.
Temía no ser capaz de oir tu voz y olvidarte de nuevo, así que me resigné a dejar pasar el tiempo.


Lo había conseguido, me había vuelto a enamorar y estaba, por segunda vez, recuperándome de una relación imposible y, justo ahora, me llamas. ¿Por qué?
Quizás te has dado cuenta de que nunca pude olvidarte.

3 comentarios:

JULS dijo...

Que entrada mas bonita bi. Un besazo

Lia dijo...

Me identifico tanto con esto que has escrito... Es tan real..
No dejes de escribir, me encanta!
Pasate a recibir un premio que te he dejado por mi blog:)
xx

Anónimo dijo...

yo tambien me identifico. que entrada mas bonita!!

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