Despedir el año es:
deprimente, si no has cumplido ni uno sólo de tus propósitos del año anterior.
triste, si te das cuenta de que han pasado doce meses más sin ver a alguien que quieres y se encuentra lejos.
agotador, si eres de los que contestan todos los sms que reciben y dan dos besos y desean feliz año a todas las personas que ven.
pero también:
mágico, si tienes amigos que viven en otro huso horario y entran en el año antes que tú, lo que te permite hablar con alguien que ya está en 2010 mientras tú aún estás en 2009.
divertido, si mientras te comes las uvas te entra el ataque de risa porque tu padrino te está bombardeando a fotos.
emocionante, si sales después y te hace ilusión vestirte de gala y ver a todo el mundo guapísimo por una noche.
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Tras las doce uvas ( las doce lentejas en Italia, doce uvas pasas en Portugal, la cuenta atrás en EEUU...) entramos en 2010.
El año del tigre, según el horóscopo chino y, lo que es más importante, un Año Santo.
Algo que no se repetirá hasta dentro de once años.
Os recomiendo que, aprovechando la masiva afluencia de peregrinos y la sucesión de actos, conciertos y eventos que tendrán lugar especialmente éste año, no perdáis la oportunidad de visitar Santiago en 2010. Una ciudad lluviosa, multicultural pero con toda la magia de mi tierra.
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¿Lo oyes? Sí, son campanadas.
Saben a uvas. Saben a esperanza por un año mejor que el anterior. Saben a familia, y a buenos propósitos. Saben a despedida, y a bienvenida.
Camino, me molestan los zapatos, me empiezan a doler los pies. No importa, sonrío, camino decida, curvo la espalda y flexiono muy levemente las rodillas. Eso me permite llegar con todo mi orgullo intacto hasta donde me esperan mis amigas. Están guapísimas.
Esta noche promete.
Entramos en el primer pub y bailamos hasta que el calor es insoportable. El aire empieza a oler a lluvia.
Correteamos hasta otro local. Ya llevamos al menos tres copas y unos veinte “feliz año!”. El tiempo pasa a un ritmo extraño. Como una espera tranquila a que llegue el momento que ansías. Volvemos al primer local pero yo me quedo fuera. Sentada. Esperando. Haciendo que escucho a un amigo que se ha pasado con el cacique. Algunos se quejan, en una discoteca para la que habíamos pagado están pidiendo el carné y nosotros aún no tenemos 18. Pero yo estoy feliz. No me importa nada con tal de que no me impida esperar.
No se cuando, ni cómo, pero he perdido el lazo de uno de mis zapatos y el aire ya no sólo huele a lluvia. Ahora huele a alcohol, a cansancio. Huele a tabaco y, de lejos, a marihuana. También se respira amor, casi todas mis amigas están con un acompañante masculino. Huele a la deliciosa Calvin Klein for men, que llevaba un chico al que acabo de saludar.
El tacto de la piel de mis mejillas ya no es suave, terso y mate como al principio de la noche, sino algo áspero, harto de tantos besos de amigos y amigos de amigos y brillante y rosado por el calor, el humo y la falta de sueño.
Pregunto qué hora es. Me levanto tranquilamente y digo que es hora de llamar un taxi. La espera ha terminado.
Después de veintisiete llamadas empiezo a agobiarme por no poder conseguir un coche, así que cuando por fin uno cruza la calle corro como una loca y le doy golpes en la puerta para que pare. Subimos casi todas y por fin llegamos a la discoteca. Nos ponemos a la cola y pronto nos encontramos con conocidos. Cuando ya era nuestro turno vemos como todos los menores son rechazados uno por uno, e incluso algunos mayores de edad que no llevaban entrada. Pregunto al portero que ocurre, y me dice que no quedan entradas, y sólo están aceptando a quien la compró por adelantado. Sé que quizás podríamos haber entrado si esperábamos un rato, pero preferí rendirme e intentar aceptar que no me lo encontraría esa noche.
Estaba desilusionada, decepcionada.
En un huequecito de mi mente sabía que tanta ilusión por salir guapa y arreglada en el fondo era por la esperanza de encontrarme con él. Sabía que las posibilidades eran muy remotas y que, de encontrarnos, quizás sólo me felicitase el año, pero tenía que verlo. O mejor, necesitaba que él me viese a mí.
Quería que supiese lo que había dejado escapar, que recordase cómo eran las cosas hace justo un año, cuando a penas nos conocíamos y él ya hacía lo posible para poder estar conmigo un rato, cuando todos sus amigos se me acercaban diciéndome que les encantaba, que yo era la pareja perfecta para él, que no paraba de hablar de mí y que sabían que se estaba enamorando.
Quería que, viéndome, pensase en aquellos momentos pasados y recordase por qué empezó a quererme.
Pero eso nunca pasó. No me vio, y yo pasé el resto de la noche con mis amigas, pensando en él e intentando olvidarlo. Riéndome y felicitando el año a todos los transeúntes, más divertida que normalmente.
Desayunamos chocolate con churros, pero el cacao no logró endulzar el hueco en mi pecho.
A penas media hora antes de irme, me encontré con un amigo a quien le gustaría tener derecho a roce. Fue agradable. No rellenó el hueco, pero conseguí engañar a mi mente mientras me daba un masaje y yo cerraba los ojos fantaseando con otra persona.
Hacía horas que había amanecido; era el momento de irse a casa.
La noche prometía. Pero se quedó en eso, en una promesa.
La promesa de "siempre te querré", o "siempre estaremos juntos". La promesa de "esta noche haré todo lo posible para verte" o "nunca dejaré de pensar en ti".
Lo peor es que yo nunca prometí nada, pero acabé cumpliendo las promesas de otros.
¿Lo ves? Sí, es alguien, un año, que susurra adiós.
P.D. I DON'T OWN ANY OF THE PICTURES ABOVE EXCEPT THE LAST TWO. :]
12 comentarios:
guapa me has emocionado con el post!!
espero que este nuevo año se te cumplan las promesas que te hacen y haces
1 besazo
:)
te sigo
preciosa actualizacion,es tan sincera...y tan real,me encanta! un besito twin!ajaj :)
yo quiero ese vestido también, y anda loca por una máscara también!
besos
Gracias wapa por el premio. De vuelta poniendome al corriente.
Luces espectacular con el vestido y yo también quiero una pareja como la que tu quieres :)
Me ha encantado tu post.
Lovely!!!! Kisses!
Not a fan of Miley's but def. a fan of that dress she's wearing
Me gusta tu entrada! Yo quiero a Chuck de acompañante ya y para siempre, aunqe no me puedo quejar del mio!jeje
No se ve mucho tu vestido pero me gusta el color, seguro que te quedaba genial!
Creo que este verano me convencerán para hacer el Camino..ya veremos jeje
:)
Guapa! Mil Gracias por ponerme.
Sorpresita? es una sorpresaza. mil gracias tía!
Y lo siento por haber contestado un poco tarde... he estado ausente jaja.
Qué decir...me has dejado *.*
Que tu blog, como definirlo... ¿increible? no! algo más que eso. Tus textos son preciosos y te lo curras mucho! Y tus fotos, ni que hablar de ellas si son fantasticas.
Un besazo y feliz año nuevo!
Mireya-Retro Chaotic.
Feliz año nuevoo!!! lo 1º de todo decirte que me encanta como escribes, he vivido tu noche ahora mismo!!jajaja. Y muchiiisimas gracias por el premio, prometo hacer la entrada en cuanto tenga un ratito (espero que sea pronto). Un besazo y mil gracias de nuevo!
X.
La entrada es realmente preciosa, ya me la leí ayer, aunque iba sin tiempo de comentar, pero veo que hoy has añadido una pequeña parte al principio, y me han encantado las fotos :D
Gracias por pasarte y por tus comentarios... uff, ahora yo me comería un buen plato de pasta y luego un heladito :P
Me alegro de que te gustem las fotos *-* Te deseo un genial año y que seas muy muy feliz, ¡Besos!
que guapa!!! y me encanta el vestido de miley. FEliz 2010! que se cumplan todos tus deseos
que buena esta entrada!!!! :D
me encanta la canción esta de la BSO de Love Actually, es genial!!!
cuídate
xxx
que bonito, solo puedo decir increible, que de sensaciones tan bien contadas que me hacer recordar y revivir tantos momentos, al final todos tenemos vivencias parecidas, quien no ha querido sin ser correspondido y ha anhelado tanto ver a esa persona, aun a sabiendas de lo que pasaria. olvida el pasado y disfruta el presente, la unica forma de vivir el hoy es olvidar el pasado y no pensar en el futuro.
yo tambien te sigo.
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